Ojo azul que enamora
en el remolino de tu espuma,
mar de Liguria mojas
mis pies con tu eternidad.
De nuevo estoy de vuelta
no quería partir
sin verte nuevamente.
Me llevo tu historia y tu voz
mi despedida es como
un fruto maduro,
abstracto cual poema
sin rima prendido al pecho,
reloj blando de Dalí.
Marcará por siempre
pegado a mi piel
las llamaradas ardientes
de tu sol y de tu cielo.